¿Por qué no quemo grasa? 4 posibles razones

¿Estás intentando perder peso y te cuesta ver los resultados? Todos nos hemos encontrado con obstáculos al intentar alcanzar nuestros objetivos de fitness, pero puedes superarlos con algunos trucos. Pero si a menudo te subes a la balanza y te preguntas por qué no puedes perder grasa corporal, hay ciertas cosas que deberías saber:
1. El peso y la grasa corporal no son lo mismo. Puede que el número en la balanza no cambie demasiado mientras ganas músculo y quemas grasa, pero tu composición corporal está cambiando. Los músculos pesan más que la grasa, por eso puede que no veas los resultado en la balanza. Para registrar y seguir la evolución de tus objetivos, deberías calcular tu porcentaje de grasa corporal de forma regular para ver los cambios. El porcentaje de masa corporal es una forma mucho más exacta de medir tu progreso.
2. El peso no indica tu nivel de fitness. Hay personas de todo tipo de formas y medidas que están saludables y en forma. Si quieres medir tu capacidad atlética, debes completar un test de fitness e intentar mejorar tus resultados. ¿Cuántas flexiones puedes hacer? ¿Cuánto tardas en correr un kilómetro? Estas son las medidas de fitness que importan en realidad.
Si piensas que perder grasa corporal es uno de los objetivos que quieres alcanzar para mejorar tu salud y bienestar, estos consejos para perder peso te ayudarán.
1. Tu calidad del sueño es mala
El sueño es esa pieza en el puzle de perder grasa que la gente suele subestimar, y es una de las más importantes. Cuando duermes, el cuerpo produce hormonas que te ayudan a reparar el cuerpo, a recuperarte y a quemar grasa corporal.
La falta de sueño puede afectar las funciones hormonales en general, los niveles de azúcar en sangre, los niveles de energía y la capacidad de inclinarte por opciones de comida saludable. ¿No te pasa que con el cansancio tiendes a tener antojos? Es uno de los efectos secundarios más comunes de no dormir lo suficiente.
La solución:
Vete a la cama todos los días a la misma hora. La hora ideal para meterse en la cama es a las 22.00 h: alrededor de esa hora, el cuerpo empieza a liberar hormonas que ta ayudan a dormir bien. Para descubrir tu hora ideal de ir a la cama, puedes usar este calculador de los ciclos del sueño. Si te cuesta desconectar, pon una alarma 30 minutos antes de irte a la cama que te recuerde que apagues todos tus dispositivos electrónicos, prepárate una infusión y relájate. Algunos días es difícil dormir ocho horas, pero haz lo que puedas. Los fines de semana puedes decidir levantarte sin alarmas, pero sin pasarse. Intenta seguir el mismo horario siempre que te sea posible.
2. No eres consciente de todo lo que comes en realidad
La pérdida de peso, en su forma más simple, se consigue quemando más grasa de la que consumes. Si comes demasiado, el cuerpo no puede quemar las calorías suficientes para reducir la grasa corporal. Pero si comes demasiado poco, el cuerpo cambiará a modo supervivencia y usará la grasa que haya para poder seguir funcionando. Ninguna de las dos opciones te ayudará a conseguir tu objetivo de pérdida de peso. La mejor forma de asegurarse de que ingieres las calorías suficientes es, simplemente, controlarlas (aunque solo sea durante unas pocas semanas) para acostumbrarte al equilibrio adecuado de calorías.
La solución:
Usa una app para registrar tus comidas que te permita apuntar todo lo que vas comiendo. Te dará una idea global de la calidad y la cantidad de las calorías que consumes. Después de unas semanas registrando, puede que veas más claramente por qué no estás progresando.
3. No tienes una vida suficientemente activa
Puede que estés entrenando cinco días a la semana durante una hora por día, pero, ¿y el resto de las 23 horas? Por supuesto, ocho te las deberías pasar durmiendo. Pero las actividades que haces o no haces el resto del día pueden ser un obstáculo para la quema de grasa. Mucha gente, incluso aquellos que entrenan de forma consistente, tienden a tener una vida sedentaria debido a los trabajos de oficina. Recuerda, el NEAT importa. NEAT, por sus siglas en inglés, significa termogénesis por actividad que no constituye ejercicio. Básicamente describe la energía que quemas durante todo el día con movimientos y actividades como limpiar la casa, salir a caminar, levantarte a por un vaso de agua, etc. Si te está costando perder peso, puede que necesites evaluar el nivel de actividades que estás realizando.
La solución:
Registra tu actividad durante el día con un smartwatch o un contador de pasos. Hay muchas opciones asequibles, no necesitas nada sofisticado. Intenta llegar a los 6.000 – 8.000 pasos en un día norma SIN contar los entrenamientos. Puede que descubras que es más difícil de lo que parece y empieces a cambiar algunos hábitos, como la forma en la que te desplazas al trabajo o lo que haces durante la pausa para comer, etc.
4. No eres consistente
Cuando se trata de perder peso, la consistencia es la clave absoluta para llegar al éxito. Mucha gente se entrega a sus planes de nutrición y entrenamiento al 150% durante un par de semanas y luego lo dejan. Puede que comiencen con el “el lunes empiezo otra vez”, pero luego es el cumpleaños de alguien durante el fin de semana y lo vuelven a dejar. Esto no es sostenible. Cuando alguien se compromete al 150% solo durante el 40% del tiempo, le costará mucho más ver resultados que alguien que se compromete al 80% durante el 100% del tiempo. Puede que haya algunos días puntuales en los que no puedas hacerlo todo perfecto (como todo el mundo), pero es importante que sigas adelante sin darles demasiada importancia a estas pequeñas pausas para poder perder peso de forma sostenible.
La solución:
No seas duro contigo mismo. Da lo mejor de ti cada día y empieza poco a poco con tus entrenamientos. Puedes comenzar despacio comprometiéndote con dos entrenamientos a la semana y hacerlos cuando tengas tiempo. Céntrate en la nutrición y escoge opciones saludables el 80% del tiempo. Y sé un poco flexible en ocasiones especiales o cuando haya comidas interesantes que probar, pero sin pasarse.
Registra tu progreso y da lo mejor de ti para seguir con tu plan. Si no lo haces, también está bien, la pérdida de peso es un proceso constante, por lo que siempre puedes reajustar tus necesidades y seguir adelante.
¿Crees que alguna de estas razones es la que te está impidiendo quemar grasa? ¡Cuéntanoslo en los comentarios de abajo!
***