6 malos hábitos que deberías evitar por la noche

¿Sabías que terminar bien el día es tan importante como empezarlo bien? Es normal que después de una larga jornada de trabajo solo puedas pensar en echarte al sofá y quedarte sin hacer nada, pero si quieres mejorar la calidad del sueño, deberías evitarlo.
Seguramente te estés preguntando qué cambios deberías hacer para descansar mejor, por eso hemos hecho una lista con los 6 malos hábitos más comunes que deberías evitar y te proponemos algunas alternativas.
1. Te pasas demasiado tiempo en el sofá
¿En el trabajo, te pasas la mayor parte del tiempo en una silla? Si este es el caso, deberías evitar hacer lo mismo cuando llegas a casa después del trabajo o en tus días libres. Pasar demasiado tiempo sentado no solo resulta en una mala postura o en dolores cervicales, también puede favorecer la aparición de problemas en el sistema cardiovascular.
La solución: muévete más
Entrenar no es únicamente bueno para tu cuerpo, también te aporta energía:
- Añade un entrenamiento corto a tu rutina para activar la circulación.
- Sal a dar un paseo para respirar aire fresco.
- Haz una sesión de yoga para estirarte y relajarte.
Nuestro consejo:
No planees ningún entrenamiento demasiado intenso antes de irte a la cama, ya que podría provocarte problemas para dormir. Deberías terminar tu última sesión de fitness al menos unas dos horas antes de irte a la cama, así le das tiempo al cuerpo a relajarse y a prepararse para el sueño.
2. Comes demasiado antes de irte a dormir
El deseo de comer una cena copiosa o el antojo de picar algo dulce suelen aparecer al llegar a casa después de un largo día de trabajo. Los antojos nos hacen comer sin prestar atención a la sensación de saciedad, por lo que solemos comer más de lo que realmente necesitamos. Intenta contrarrestar este fenómeno para no hacer tu digestión demasiado pesada ni perjudicar la calidad del sueño. Tu cuerpo debería usar las horas de sueño para regenerarse.
La solución: las porciones pequeñas son la clave del éxito
Presta atención a tu alimentación, especialmente por la noche:
- Prepara porciones pequeñas para cenar.
- Ten presente qué tipo de alimentos ingieres por la noche y con qué cocinas.
3. Te pasas demasiado tiempo en línea
Estar conectados a cualquier hora del día se ha vuelto normal. Da igual si estás en el trabajo delante del ordenador o en casa por la noche con el móvil navegando por las redes sociales: los ojos, y sobretodo la cabeza, trabajan a toda marcha. Esta costumbre nos dificulta poder relajar la mente, nos puede provocar dolores de cabeza y afecta a nuestra capacidad de concentración.
La solución: tómate una pausa del mundo digital
Por la noche, aléjate de aparatos electrónicos como el móvil, la tablet o el portátil:
- Lee un libro.
- Prueba a trabajar en el jardín.
- Intenta recuperarte del ajetreo del día con meditación.
4. Bebes demasiado café o bebidas con cafeína
¿Tu rutina por las mañanas incluye una taza de café o un refresco con cafeína? ¿Sientes que así puedes concentrarte más fácilmente, notas menos cansancio y tienes más motivación? Esto es lo que deberías saber de tu fuente de energía favorita: lo que durante el día te ayuda, puede que unas horas más tarde sea contraproductivo. Si te tomas una de estas bebidas por la tarde, puede que te empiece a hacer efecto cuando te propongas dormir. Esto puede acabar resultando en noches en vela y cansancio al día siguiente.
La solución: prueba distintos tés e infusiones
Algunos tés deliciosos – como por ejemplo una manzanilla o un té de jengibre con limón – te permiten descansar mejor por la noche.
5. Te echas una siesta demasiado larga
Tu día de trabajo a veces es realmente agotador… Así que es completamente normal que quieras echar una cabezadita. ¿Sientes el cansancio y te encantaría echarte unos minutos? Ten cuidado que la pequeña siesta no se te vaya de las manos y termine siendo de horas. Sino, lo más probable es que no puedas pegar ojo en toda la noche.
La solución: prueba con una siesta reparadora
Las siestas reparadoras (powernaps) son la solución ideal para recuperar energía. Pero tienes que tener en cuenta que no deben sobrepasar los 20 minutos. De lo contrario, entras en la fase de sueño profundo.
6. Te llevas el trabajo a casa
¿Se te acumulan las cosas en el trabajo y decides llevarte a casa lo que te queda por terminar? Para volver a recargar los niveles de energía, tanto el cuerpo como la mente necesitan descansar y recuperarse.
La solución: busca un equilibrio entre el trabajo y tu vida privada
Piensa cuáles son las actividades que te gusta hacer: dibujar, cocinar, tocar algún instrumento o hacer algún deporte. Tus actividades favoritas no solo te permiten desconectar del trabajo, sino que también fomentan tu creatividad y tu crecimiento personal.
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