Historia de superación: cómo Joe Hilyar fue a por sus sueños

Perder el más mínimo peso puede ser difícil para cualquiera. Lo sé por experiencia propia.
En octubre de 2011 pesaba casi 150 kilos. Había sido obeso toda la vida y tenía que hacer algo al respecto. Como mucha gente, intenté hacer dietas y fracasaba con ellas. Toda mi vida había estado preocupado por mi salud. Tener sobrepeso me hizo ser consciente del aspecto que tenía. Tenía la autoestima baja, depresión y poca energía mental. Y ninguna confianza en mí mismo.
Mi diabetes estaba fuera de control. Mi hemoglobina A1c estaba en un 14%. Mi médico me dijo que tendría un ataque al corazón antes de cumplir los 50. Por no mencionar mi colesterol, que estaba por las nubes. Las rodillas y los tobillos me dolían siempre. Mi única opción al comprar ropa era la tienda Big and Tall. Los asientos del cine, de los aviones, los restaurantes, etc. Me empecé a preguntar a mí mismo: “¿Cómo puedo perder peso?”. ¡No podía posponerlo más!
Simplemente empecé a comer más sano, a controlar las raciones y a hacer ejercicio. Por aquella época no tenía smartphone. Literalmente conducía con el coche por la ruta por la que iba para saber cuántos kilómetros había hecho. Cada vez que caminaba, lo apuntaba en un mapa en papel. Caminé por esta ruta durante un año, incluso en los meses más fríos de invierno. Me levantaba por la mañana, me vestía y salía a caminar. A veces no podía ni levantarme por la mañana de todo lo que me dolían los pies. Después de andar algunos kilómetros, el dolor ya desaparecía.
Aquí en Minnesota tenemos unos inviernos muy duros. Me ponía los guantes de esquí para no congelarme. Me compré zapatos para andar por el hielo. La mayoría de mi equipación la compraba en tiendas de ahorro. Mi equipación consistía en botas Thinsulate, calcetines de lana, ropa interior larga de polipropileno, guantes militares, bufanda de lana, pantalones y una chaqueta de caza de segunda mano.
Llevé a cabo esta rutina durante un año. Caminé más de 1.600 kilómetros.
Cuando llegó el siguiente invierno, en 2012, compré mi primer smartphone. Encontré la app de Runtastic y la probé. Después de algunas caminatas, me convencí de que el pulsar aquel botón para registrar mis actividades era la respuesta a mis plegarias. Ahora podía introducir allí mis caminatas en cinta, mis sesiones de patinaje sobre hielo y básicamente cualquier otra forma de ejercicio que se me ocurriera. Así podría ver mis estadísticas, compartir mi camino en Facebook y escuchar mis canciones favoritas para motivarme más. Es muy importante ver tu propio progreso. Cuando ves lo que has alcanzado, te motivas más. Ahora que tenía Runtastic, ya lo tenía todo.
Nunca corrí ni troté, sólo caminaba a una velocidad media de más de 4 kilómetros por hora. Desde octubre de 2012, cuando instalé Runtastic en mi teléfono, había caminado 5165 km y había quemado 591,591 calorías. A lo largo de mi camino hacia la pérdida de peso, he estado trabajando con mi médico. Mi peso máximo fue de 150 kg. Mi nivel de hemoglobina A1c era del 14% y tomaba montones de medicación para mi diabetes del tipo 2.
Ahora, octubre de 2015, peso 95 kilos. Mi A1c es de 4,5% y ya no tomo mediación para la diabetes. Mi colesterol está en un rango aceptable. El 26 de septiembre de 2015 caminé mi distancia más larga: 67 km en 13:49 horas, quemando 4.868 calorías.
Si hay algo que he aprendido en este viaje hacia la pérdida de peso, es lo siguiente:
Con tiempo y esfuerzo, puedes conseguir cosas increíbles.
Con un poco de ayuda de la app Runtastic, puedes conseguir aún más.
Gracias,
Joe Hilyar
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